lunes, 1 de noviembre de 2010

Flora, cuarta parte.

  • Palmito (Euterpe edulis): es la palmácea más esbelta de la selva misionera, se eleva .entre los 20 a 30 metros y culmina en un penacho de hojas pinadas de intenso color verde. También en su copa alberga una inflorescencia amarillenta en forma de panoja, de unos 60 a 80 centímetros, que origina abundantes frutos parecidos a las aceitunas, de color negro violáceo, con escasa pulpa dulzona, muy buscados por los animales de la selva. La parte comprendida entre el ápice de la palmera y el lugar de inserción e las inflorescencias encierra un cogollo muy codiciado por su exquisito sabor, denominado palmito. Esta virtud justamente llevó a la especie al borde de la exterminación, ya que extraer ese cogollo produce la irremediable muerte de la palmera. En la actualidad, 5000 hectáreas del área de palmitos se encuentra bajo régimen de protección creado por el Decreto 557/92.
La enumeración de las doscientas variedades arbóreas clasificadas que conforman a selva paranaense o de las infinitas especies que integran el sotobosque escapa a las dimensiones de este trabajo, aunque es oportuno destacar de los grandes gigantes conviven en admirable comunión con gran número de enredaderas, algunas con tallos muy gruesos conocidos como isipó, diversidad de arbustos con interesantes propiedades medicinales, además de tacuaras y helechos de varias especies y epífitas.
En cuanto al ecosistema de campo, el parque mesopotámico que ocupa el sur de la provincia alberga dos ambientes: uno de selva baja con árboles de menor fuste que los de la paranaense en donde se destaca el urunday (Astronium balansae), que es el árbol típico y más abundante de este ecosistema. Posee una altura de hasta 20 metros y su diámetro alcanza unos 80 centímetros, está asociado con otros árboles como el aguaribay (Schinus molle), el curupay (Anadenanthera macrocarpa) y el chichita (Lithraea molleoides). Este bosque, que se presenta en forma de galería siguiendo el curso de los ríos  y arroyos, alterna su existencia con el otro ambiente de pastizales con material duro y semiduro.

Ejemplares de palmitos, codiciada especie nativa que se encuentra bajo un régimen de proteccion legal para evitar su extinción.

jueves, 21 de octubre de 2010

Flora, tercera parte.

Continuando con la entrada anterior, hay otros puntos que resaltar:
  • Guatambú blanco (Balfourodendron riedelianum): de fuste esbelto, llega hasta los 25 metros de altura y los 80 cm de diámetro. La madera es clara, blanco crema uniforme, se utiliza en desbobinado, en chapado y elaboración de maderas compensadas, así como en productos torneados, especialemente piezas de ajedrez.
  • Pino paraná (Araucaria angustifolia): es un verdadero coloso de la selva misionera con alturas de 25-40 metros y diámetros entre 0,60 a 1,50 metro. La copa tiene una particular forma de parasol, por lo que es fácil identificarlo entre las restantes especies. La madera blanda y liviana es muy codiciada por sus múltiples aplicaciones. Es la única especie nativa promocionada para forestaciones. Fue declarado Monumento Natural Provincial por la Ley 2380 en 1986, por lo que está prohibida su extracción.
  • Timbó (Enterolobium contortisiliquum): es un árbol de 10 a 20 metros de alturas y hasta 2 metros de diámetros, tiene una madera blanda y liviana de gran aptitud para construcciones navales, para fabricación de muebles, etc.
  • Palo rosa (Aspidosperma polyneuron): árbol de características extraordinarias, ya que alcanza la mayor talla de la selva misionera, con individuos registrados de 42 metros de altura, con fuste recto de 20 a 30 metros y diámetros máximos de 1,60 metro. La madera alcanzó siempre las máximas cotizaciones por su belleza y cualidades para la fabricación de muebles finos, para esculturas y tornería. En la actudalidad es escasa su existencia en el Parque Nacional Iguazú, por lo que también fue declarado Monumento Natural Provincial, junto con la araucaria y con los mismos fines.

    Ejemplar de orquídea silvestre en el Parque Provincial Moconá.

Flora, segunda parte.

Muchas de las propiedades de este rico recurso natural se hallan aún inexploradas y se descuentan las importantes cualidades medicinales, alimentarias y textiles, quizá de igual o mayor valor económico que las ya estudiadas. Entre los arboles que alcanzan los 30-40 metros de altura, las variedades que más se destacan tanto por su belleza cuanto por el valor económico de sus maderas son:
  • Lapacho negro (Tabebuia ipé): posee flores de color rosado intenso que anuncian el fin de las heladas y la buena oportunidad para iniciar los sembrados, según la sabiduría popular. Es un árbol que alcanza 30 metros de altura y un diámetro máximo de 1,50 metro, con una madera muy codiciada, dura, pesada, de color amarillo verdoso y de múltiples aplicaciones.
  • Cedro misionero (Cedrella tubiflora): alcanza dimensiones similares a la anterior y tiene una madera de las más codiciadas debido a su capacidad para el tratamiento industrial, es apta para el pulido y lustre, por los que adquiere un color castaño claro o rojizo. Es excelente para la fabricación de marcos y aberturas, puertas, ventanas y carpintería en general.
  • Peteribí o loro negro (Cordia trichotoma): desarrolla hasta 18-20 metros de altura, con fuste recto y largo; su madera es especialmente usada en la fabricación de muebles finos, revestimientos, decoraciones y enchapados debido al color castaño verdoso hasta pardusco con tintes amarillentos. También es ideal para interiores y estructuras de embarcaciones, para trabajos en tornería y esculturas.
  • Caña fístola (Peltophorum dubium): es un árbol que alcanza dimensiones impresionantes, hasta 35 metros de altura y diámetros entre 1,5 y 2 metros. A fines de noviembre y hasta mayo, se cubre de hermosas flores de un intenso color amarillo dorado. Tiene una madera resistente, apta para estructuras, vigas, etc.
  • Cancharana (Cabralea ablongifoliola): es también un árbol muy alto que puede superar los 35 metros y con un diámetro de hasta 1,5 metro. La madera tiene un veteado muy pronunciado y un suave brillo castaño oscuro con tendencia al rojizo, muy apresiada para la industria del mueble y la carpintería en general.